Estos son tiempos que ponen a prueba la confianza y el espíritu de los líderes de TI.
A medida que el costo de casi todo aumenta en espiral debido tanto a la inflación como a la escasez de la cadena de suministro, muchos jefes de TI están revisando proyectos que no hace mucho tiempo parecían necesarios y lógicos.
Sin embargo, ahora puede que no sea el momento de entrar en pánico y abandonar iniciativas cuidadosamente planificadas, dice Emily Lewis-Pinnell, vicepresidenta y líder de práctica para servicios en la nube en NTT Data Services. “La tasa de inflación actual hace que sea imperativo permanecer enfocado en proyectos estratégicos de largo plazo que beneficiarán a las organizaciones a largo plazo”, explica. “En marzo, vimos que las tasas de inflación alcanzaron un máximo de 40 años, lo que afectó el costo laboral en TI, incluso en el extranjero, lo que aumentó el valor de la transformación digital”.
Las inversiones en automatización e inteligencia artificial pueden ayudar a compensar la presión inflacionaria, pero a medida que aumenta la inflación, los líderes de TI se verán presionados para reducir costos. “Los líderes deben tener una sólida comprensión de cómo la tecnología puede afectar sus objetivos”, advierte Lewis-Pinnell.
Juan Orlandini, arquitecto jefe e ingeniero distinguido del proveedor de servicios de consultoría y software de la cadena de suministro Insight, predice que algunos líderes de TI en realidad sentirán una mayor presión para acelerar ciertos tipos de proyectos. Las iniciativas de TI que crean nuevas fuentes de ingresos y/o aumentan la diferenciación competitiva probablemente verán una aceleración, dice. Los proyectos de tipo mantenimiento, por otro lado, probablemente enfrentarán retrasos o aplazamientos.
Jay Upchurch, CIO de la empresa de software de análisis de negocios SAS, informa que no planea ralentizar ninguna de las iniciativas tecnológicas de su empresa. “Muchas de nuestras prioridades se centran en la modernización de TI, la adopción de la nube y la preparación para la OPI”, explica. “Estas son iniciativas críticas para nuestro éxito futuro e incluyen beneficios comerciales, como ahorros en mano de obra con automatización, optimización de la carga de trabajo y agilización de la auditoría y el cumplimiento”. Upchurch señala que retrasar estos proyectos debido al temor a la inflación solo generará mayores costos operativos a largo plazo.
¿Arar hacia adelante o retroceder?
La decisión de seguir adelante o frenar las iniciativas se reduce en última instancia a si la TI se considera un generador de ingresos o un centro de costos. “Hemos visto cómo las inversiones en TI pueden aumentar la lealtad del cliente”, dice Lewis-Pinnell. “Ya no es un elemento de línea o un centro de costos que se puede reducir fácilmente, particularmente cuando la inflación está aumentando”.
Hay dos grandes riesgos asociados con la retirada, dice Ken Englund, líder del sector de tecnología de la firma de asesoría empresarial EY Americas. Retirar proyectos puede aumentar el riesgo de rotación de talentos de TI, advierte. “Pausar o cambiar las prioridades por razones tácticas a corto plazo puede alentar a los talentos a buscar oportunidades en los programas de transformación de otras empresas”. Además, dada la presión inflacionaria actual, “el costo de reiniciar un proyecto puede ser materialmente más costoso en el futuro que completarlo hoy”.
No hay duda de que reducir el gasto en TI ahorra dinero a corto plazo, pero los ahorros miopes pueden tener el costo del éxito a largo plazo. “Si una organización debe buscar recortar presupuestos, comience con una revisión estratégica de todos los proyectos, identificando cuáles tienen el mayor impacto posible y la menor cantidad de riesgo”, aconseja Lewis-Pinnell. Examine el costo total de propiedad de cada proyecto y clasifíquelos por costo e impacto. La selección estratégica de iniciativas de TI puede ayudar a los líderes de TI a gestionar los desafíos inflacionarios. “No tenga miedo de eliminar proyectos que no le brindan suficientes beneficios”, agrega.
Como siempre ocurre con las iniciativas tecnológicas, los proyectos deben revisarse cuidadosamente antes de recibir financiación. “Las empresas deben asegurarse de que el retorno de la inversión esté ahí antes de asignar tiempo y recursos valiosos para el cambio tecnológico”, dice Upchurch. “Esto es aún más importante ahora frente a una inflación significativa”.
Evaluación de beneficios y riesgos
Orlandini predice que la disminución del gasto de los consumidores aumentará la presión competitiva. “En este entorno, las iniciativas de TI que pueden crear flujos de valor/productos nuevos o mejorados que son manifiestamente mejores que los de la competencia serán atractivas para las organizaciones porque ofrecen el potencial para aumentar la participación en el mercado y en la cartera”, explica. “Sin embargo, es probable que las industrias y organizaciones que no se transforman digitalmente vean reducciones generalizadas en el gasto en iniciativas de TI”.
La transformación digital continúa siendo un motor de crecimiento, y tomar una decisión sobre avanzar es un equilibrio entre si el proyecto se trata de crecimiento y escala o de reducción de costos, señala Englund. “Últimamente, el criterio de decisión se ha centrado en lograr crecimiento y escala, pero creemos que cambiará a la reducción de costos para proyectos programados para 2023 y más allá”.
La inflación siempre será una consideración, pero no debería disuadir a las empresas de seguir adelante, dice Upchurch. “Una empresa que opera desde un lugar de miedo nunca avanzará”, advierte. “Si no avanza, encontrará que su negocio es superado por la competencia”.
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