BEIJING (AP) — El gobernante Partido Comunista de China reafirmó el sábado el dominio continuo del presidente Xi Jinping en el gobierno de la nación, un día antes de otorgarle un tercer mandato de cinco años ampliamente esperado como líder.
Un congreso del partido destituyó efectivamente al primer ministro Li Keqiang de la alta dirección. Li, el funcionario número dos de la nación, es un defensor de las reformas orientadas al mercado, que contrastan con las medidas de Xi para expandir el control estatal sobre la economía.
La reunión de una semana, que concluyó el sábado, también incluyó las principales iniciativas políticas de Xi sobre la economía y el ejército en la constitución del partido, así como su impulso para reconstruir y fortalecer la posición del partido al declararlo absolutamente central para el desarrollo y el futuro de China.
Los analistas estaban atentos a señales de cualquier debilitamiento o desafío a la posición de Xi, pero no se notaba nada. La destitución de Li, aunque no fue inesperada, señaló el continuo control estricto de Xi sobre el poder en la segunda economía más grande del mundo.
“El congreso insta a todos los miembros del partido a adquirir una comprensión profunda de la importancia decisiva de establecer la posición central del camarada Xi Jinping en el Comité Central del partido y en el partido en su conjunto y establecer el papel rector del pensamiento de Xi Jinping”, dijo una resolución. sobre la constitución aprobada en la sesión de clausura del sábado.
“Pensamiento de Xi Jinping” se refiere a su ideología, que fue consagrada en los estatutos del partido en el congreso anterior en 2017.
En breves comentarios finales, Xi dijo que la revisión de la constitución “establece requisitos claros para defender y fortalecer el liderazgo general del partido”.
Li estaba entre cuatro de los siete miembros del todopoderoso Comité Permanente del Politburó del partido que faltaban en su nuevo Comité Central de 205 miembros, que fue elegido formalmente en la sesión de clausura.
Eso significa que no serán reelegidos para el Comité Permanente en una reorganización de liderazgo que se dará a conocer el domingo. Se espera que Xi retenga el primer puesto y obtenga un tercer mandato como secretario general.
Los otros tres que fueron eliminados fueron el jefe del partido de Shanghái, Han Zheng, el jefe del organismo asesor del partido, Wang Yang, y Li Zhanshu, un aliado de Xi desde hace mucho tiempo y el jefe de la legislatura mayoritariamente ceremonial.
Li Keqiang permanecerá como primer ministro durante unos seis meses más hasta que se nombre una nueva lista de ministros del gobierno.
Si se hubiera quedado en el Comité Permanente, habría indicado algún posible retroceso dentro del liderazgo contra Xi, particularmente en política económica. Sin embargo, Li ya había sido dejado de lado en gran medida, ya que Xi ha tomado el control de la mayoría de los aspectos del gobierno.
Los más de 2300 delegados al congreso del partido, que portaban máscaras quirúrgicas azules bajo la estricta política china de “cero-COVID”, se reunieron en el Gran Salón del Pueblo en el centro de Beijing.
A la mayoría de los medios, incluidos todos los periodistas extranjeros, no se les permitió ingresar a la primera parte de la reunión cuando se llevó a cabo la votación.
El expresidente chino Hu Jintao, predecesor de Xi como líder del partido, fue ayudado a bajar del escenario poco más de dos horas después de la reunión de tres horas y media sin explicación.
Hu, de 79 años, habló brevemente con Xi, junto a quien había estado sentado en la primera fila, antes de irse con un asistente sosteniéndolo del brazo. Jiang Zemin, de 96 años, quien fue presidente antes que Hu, no se presentó a este congreso.
Mientras la especulación se arremolinaba en algunos medios occidentales sobre el motivo de la partida de Hu, la agencia oficial de noticias Xinhua de China tuiteó el sábado por la noche que no se sentía bien y que había sido acompañado a una habitación cercana para descansar.
Solo 11 mujeres se encontraban entre las 205 personas nombradas para el Comité Central, o alrededor del 5% del total. Los miembros de grupos minoritarios constituían el 4%. Esos porcentajes eran más o menos los mismos que en el último Comité Central.
Al menos un miembro del comité, Wang Junzheng, líder del Partido Comunista en el Tíbet, ha sido sancionado por Estados Unidos por abusos contra los derechos humanos.
La policía estaba estacionada a lo largo de las carreteras principales, con trabajadores de vigilancia vecinal vestidos de rojo brillante a intervalos regulares en el medio, para estar atentos a posibles interrupciones.
Un individuo sorprendió a las autoridades la semana pasada al desplegar pancartas desde un paso elevado en Beijing que pedían la destitución de Xi y atacaban las duras restricciones pandémicas de su gobierno.
Un informe leído por Xi en la sesión inaugural del congreso hace una semana mostró la determinación de mantenerse en el camino actual frente a los desafíos nacionales e internacionales.
Xi ha emergido durante su primera década en el poder como uno de los líderes más poderosos de China en los tiempos modernos, rivalizando con Mao Zedong, quien fundó el estado comunista en 1949 y dirigió el país durante un cuarto de siglo.
Un tercer mandato de cinco años como líder del partido rompería un límite no oficial de dos mandatos que se instituyó para tratar de evitar los excesos del gobierno unipersonal de Mao, en particular la tumultuosa Revolución Cultural de 1966-1976, bajo la cual Xi sufrió en su juventud.
Xi ha puesto a los leales en puestos clave y se ha hecho cargo personalmente de los grupos de trabajo de políticas. En contraste, las facciones dentro del partido discutieron ideas internamente bajo Hu y Jiang, sus dos predecesores inmediatos, dijo Ho-fung Hung, profesor de economía política en la Universidad Johns Hopkins.
“En este momento, realmente no se ven muchos debates internos del partido sobre estas diferentes políticas y solo hay una voz allí”, dijo.
Xi ha enfatizado el papel central del Partido Comunista, expandiendo el control estatal sobre la sociedad y la economía. En sus comentarios, dijo que el partido, que cumplió 100 años el año pasado, todavía está en su mejor momento.
“El Partido Comunista de China se embarca una vez más en un nuevo viaje en el que enfrentará nuevas pruebas”, dijo.
El congreso concluyó tocando el himno comunista, “La Internacional”.
El periodista de Associated Press Kanis Leung en Hong Kong contribuyó a este despacho.