Cómo un hombre que se inscribió para ser estrella de reality pasó un año desnudo en una habitación

Aunque creía que sus esfuerzos estaban siendo filmados para un programa que se emitiría en una fecha posterior, las cámaras capturaban cada uno de sus movimientos y transmitían las imágenes en vivo a millones de personas.

Rápidamente se convirtió en la personalidad televisiva más famosa de Japón.

Al comenzar el desafío sin nada, ni siquiera ropa o incluso elementos que lo mantuvieran ocupado, dedicó todo su tiempo a completar formularios de inscripción y probar suerte.

Durante casi un año, Hamatsu vivió de las ganancias de los concursos de revistas, incluida la comida y otros elementos esenciales que necesitaba para sobrevivir.

Al principio no recibió ningún sustento, solo bebió agua y perdió peso.

Su primer premio a base de comida fueron unas bebidas azucaradas.

Más tarde logró recoger una bolsa de arroz en una competencia, pero se vio obligado a comerlo crudo porque no tenía ollas ni recipientes para calentarlo y cocinarlo.

Después de que se le acabó el alimento básico, Hamatsu vivió de comida para perros enlatada y croquetas.

En un momento dado ganó un juguete de peluche, usándolo como su sensei y recurriendo al objeto inanimado en busca de consejo.

A lo largo de la terrible experiencia que duró un año, Hamatsu nunca logró ganar ninguna ropa que pudiera usar (una de las pocas prendas que ganó fue ropa interior femenina), al mismo tiempo que obtuvo premios que ni siquiera podía usar, como entradas para el cine y una bicicleta.

Incluso después de ganar un televisor, tuvo que esperar para ver cualquier cosa, ya que no había cable ni antena en el apartamento, un movimiento deliberado de los productores que temían que descubriera que ya estaba en la televisión.

Su capacidad para mantener su salud o apariencia física también quedó en el camino, con su cabello y uñas creciendo largos y fuera de control.

Pasaron meses antes de que ganara un cepillo y una pasta de dientes para limpiarse los dientes.

Al llegar a casa, lo llevaron a otro apartamento.

Creyendo que su terrible experiencia aún no había terminado, instintivamente se quitó la ropa, sin embargo, en ese momento las paredes del apartamento se derrumbaron y se encontró en un estudio rodeado de una audiencia.

Cuando comenzaron a aplaudir, él estaba claramente confundido, creyendo que el programa aún no se había transmitido y, por lo tanto, no estaba seguro de lo que estaba sucediendo.

El público quedó completamente fascinado por lo que había hecho, y los diarios de Hamatsu sobre su experiencia se convirtieron en un éxito de ventas en Japón, mientras que el programa batió numerosos récords durante su emisión después de que 17 millones de espectadores lo sintonizaran cada domingo por la noche.

Como era de esperar, su reintegración a la sociedad fue complicada, y la ahora figura pública explicó una vez cómo luchó por usar ropa durante meses y le resultó difícil mantener conversaciones.

Le dijo a Style Koriyama en 2020: ‘Mi condición mental estaba en su peor momento.

‘Pensé: “¿Por qué solo yo? ¿Por qué tengo que hacer todas estas cosas? Prefiero morir antes que sentirme así”.

“Todos los días hacía lo mismo: escribir cientos de postales, lo que me deprimía más mentalmente que físicamente”.

Y añadió: “Aunque parecía que me estaba divirtiendo la mayor parte del tiempo en el programa editado, para mí estaba lleno de dolor”.

Aunque logró su objetivo inicial de encontrar fama, Hamatsu finalmente no logró hacer una carrera a partir de su experiencia en el reality show y, en cambio, se convirtió en actor de teatro.

Su increíble historia es el tema central del documental The Contestant, que se estrenó el año pasado.