MOSCÚ, Idaho — La demolición comenzó el jueves en la casa donde cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho fueron asesinados el año pasado, lo que marcó un paso emotivo para las familias de las víctimas y una comunidad unida que quedó conmocionada y devastada por los brutales apuñalamientos.
Los sonidos de los equipos de construcción perforaron el aire de la mañana cuando una excavadora comenzó a derribar la parte delantera de la casa. Los antiguos muros formaban una gran pila de madera triturada y destrozada en el suelo mientras los escombros eran recogidos y cargados en un camión volquete.
El propietario de la casa de alquiler cerca del campus universitario de Moscú, Idaho, la donó a la universidad a principios de este año. Desde entonces ha sido tapiada y bloqueada por una valla de seguridad. Los estudiantes Ethan Chapin, Xana Kernodle, Madison Mogen y Kaylee Goncalves fueron apuñalados mortalmente allí en noviembre de 2022.
Los funcionarios escolares, que en febrero anunciaron planes para arrasar la casa, ven la demolición como un paso clave para lograr el cierre, dijo la portavoz de la universidad, Jodi Walker.
“Esa es un área densamente poblada de estudiantes, y muchos estudiantes tienen que mirarla y vivir con ella todos los días y nos han expresado cuánto ayudará con el proceso de curación que retiren esa casa”, dijo.
Los contratistas estimaron que se necesitarían unas horas para demoler la casa y varias más después para limpiar el sitio de escombros, dijo Walker, y agregó que el clima también será un factor.
El sitio será plantado con césped en algún momento después de la demolición, dijo Walker. Dijo que no hay otros planes al respecto por el momento, pero que la universidad podría revisarlo en el futuro.
Algunas familias de las víctimas se han opuesto a la demolición y han pedido que la casa se conserve hasta que el acusado de los asesinatos haya sido juzgado. Bryan Kohberger, ex estudiante de posgrado en criminología en la Universidad Estatal de Washington en la vecina Pullman, Washington, ha sido acusado de cuatro cargos de asesinato.
Un juez se declaró inocente en nombre de Kohberger a principios de este año.
Los fiscales, que esperan juzgar a Kohberger el próximo verano, dijeron a los funcionarios de la universidad en un correo electrónico que no prevén necesitar más la casa, ya que pudieron reunir las medidas necesarias para crear pruebas ilustrativas para un jurado. Agregaron que no se autorizaría una visita del jurado al lugar dado que la condición actual de la casa “es sustancialmente diferente” que en el momento de los asesinatos.
La fiscalía del condado de Latah se negó a hacer comentarios, citando una orden de silencio de un juez de Idaho que restringe lo que los abogados del caso pueden decir a los medios de comunicación.
El equipo de defensa de Kohberger tuvo acceso a la casa a principios de este mes para recopilar fotografías, medidas y otra documentación. Y en octubre, el FBI se reunió en la casa para recopilar datos que podrían usarse para crear ayudas visuales para los jurados en el próximo juicio.
Kernodle, Mogen y Goncalves vivían juntos en la casa de alquiler justo enfrente del campus. Chapin, el novio de Kernodle, estaba allí de visita la noche del ataque. Todos ellos eran amigos y miembros del sistema universitario griego. Los asesinatos dejaron a muchos de sus compañeros de clase y residentes de Moscú aturdidos por el dolor y el miedo.
Moscú es una ciudad rural agrícola y universitaria de unos 26.000 habitantes ubicada en las colinas del centro-norte de Idaho, a unas 80 millas (130 kilómetros) al sureste de Spokane, Washington.
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Rush informó desde Portland, Oregón.
2023-12-28 18:38:22
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