De 50 a 80 metros de altura. Los chorros de lava que propulsa el volcán son impresionantes. Una nueva erupción volcánica afecta desde el jueves a la península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia. Este es el tercero desde el 18 de diciembre.
Colas de lava de color rojo anaranjado, acompañadas de una nube de humo, surgen de una fisura de aproximadamente tres kilómetros de longitud, visible desde la capital, Reikiavik.
Protección Civil declaró el estado de emergencia a primera hora de la tarde después de que la colada de lava cubriera y explotara una tubería que suministraba agua caliente a la península de Reykjanes.
“La tubería de agua caliente está rota, lo que provoca escasez de agua caliente en Sudurnes. Es importante que los vecinos y comercios de Sudurnes ahorren electricidad y agua caliente”, afirmó Protección Civil en un comunicado.
Tierra de fuego y hielo
Unas 28.000 personas viven en esta región, situada al sur de la península, una de las más pobladas de Islandia. La erupción se produjo a unos 40 kilómetros al suroeste de Reikiavik, en la misma zona que las anteriores ocurridas el 18 de diciembre y el 14 de enero cerca de la localidad de Grindavik. Los 4.000 habitantes de esta localidad tuvieron que ser evacuados el pasado 11 de noviembre.
En Islandia se consideran activos 33 sistemas volcánicos en esta tierra de fuego y hielo. Es la región más volcánica de Europa.