El negocio de KPMG en el Reino Unido ha llegado a un acuerdo con los liquidadores de Carillion, poniendo fin a un reclamo legal de 1.300 millones de libras esterlinas contra la empresa por supuesta negligencia en sus auditorías del subcontratista colapsado.
En una demanda del Tribunal Superior iniciada el año pasado, los liquidadores afirmaron que Carillion había sido insolvente más de dos años antes de que colapsara en enero de 2018 y que el auditor había pasado por alto las “señales de alerta” que resultaron en declaraciones erróneas de las cuentas del grupo.
El acuerdo de conciliación fue confirmado por ambas partes el viernes, pero sus términos no fueron revelados.
En sus cuentas del Reino Unido para el año financiero que finaliza en septiembre de 2022, publicadas este mes, KPMG hizo una provisión de 179 millones de libras esterlinas para cubrir el costo de futuras multas y reclamaciones legales.
La cifra había aumentado desde los 92 millones de libras esterlinas dos años antes a pesar de la conclusión de varias investigaciones regulatorias desde 2020.
Los casos de negligencia profesional contra los auditores con frecuencia se resuelven por una fracción de la suma total reclamada. Parte de cualquier pago también podría estar cubierto por un seguro.
Jon Holt, director ejecutivo de KPMG en el Reino Unido, dijo: “Me complace que hayamos podido resolver este reclamo. Carillion fue un fracaso corporativo grave y extremo, y es importante que todos aprendamos las lecciones de su colapso”.
Carillion tenía pasivos de 7.000 millones de libras esterlinas y solo 29 millones de libras esterlinas en efectivo cuando entró en liquidación, lo que impulsó los pedidos de una revisión de las normas de gobierno corporativo y de auditoría del Reino Unido y llevó a un parlamentario a decir que no contrataría a KPMG para auditar “el contenido de mi refrigerador”. .
El contratista del gobierno había anunciado más de 1.000 millones de libras esterlinas en amortizaciones en 2017, meses después de que KPMG emitiera una opinión de auditoría sin salvedades sobre sus cuentas.
La reclamación de 1.300 millones de libras fue presentada por un funcionario del Servicio de Insolvencia del gobierno, que contrató a PwC para llevar a cabo la liquidación del subcontratista y recuperar el dinero para sus acreedores.
KPMG había dicho anteriormente que “defendería enérgicamente” el reclamo legal y dijo que “la responsabilidad por el fracaso de Carillion recae únicamente en el directorio y la gerencia de la compañía, quienes establecieron la estrategia y dirigieron el negocio”.
El acuerdo del caso allana potencialmente el camino para que KPMG llegue a un acuerdo por separado con el regulador contable del Reino Unido, que está investigando el trabajo de la empresa en Carillion. KPMG recibió 29 millones de libras esterlinas durante 19 años para auditar la empresa.
Holt dijo que la investigación del Financial Reporting Council era “una parte importante” del proceso para aprender del colapso de Carillion y agregó que la empresa continuaría cooperando con el organismo de control.
KPMG ya ha pagado una multa récord de 14,4 millones de libras esterlinas después de que un tribunal industrial concluyera el año pasado que varios de sus auditores, incluido Peter Meehan, socio de auditoría de Carillion, habían engañado deliberadamente al regulador durante las inspecciones de su trabajo.