Una de las centrales térmicas más grandes de la región de Jarkov, la central termoeléctrica de Zmievskaya, quedó completamente destruida como resultado de un ataque ruso el 22 de marzo, dijo Centerenergo. Donald Tusk afirmó el viernes que Europa estaba entrando en una “era de preguerra”.
Como resultado del bombardeo masivo ruso del 22 de marzo, una de las centrales térmicas más grandes de la región de Jarkov, la central térmica de Zmievskaya, quedó completamente destruida. Así lo informó la empresa energética ucraniana Centerenergo en su sitio web.
“Todas las unidades fueron destruidas, el equipo auxiliar resultó dañado. El grado de destrucción varía, desde completo hasta significativo”, dijo la compañía en un comunicado.
Continúa la remoción de escombros en la empresa. Aún se desconoce el tiempo necesario para la restauración, pero el jefe del consejo de supervisión de Centernergo, Andrei Gota, citado por Interfax-Ucrania, subrayó que esta vez la empresa no podrá arreglárselas sola.
El Ministro de Energía, German Galushchenko, que visitó la central térmica destruida, prometió ayudar en la restauración.
En la noche del 22 de marzo, las tropas rusas lanzaron un ataque con misiles contra Ucrania, que Galushchenko calificó como el mayor ataque contra el sector energético ucraniano en los últimos tiempos. “El objetivo no es sólo dañar, sino intentar de nuevo, como el año pasado, provocar una perturbación a gran escala del sistema energético del país”, afirmó.
Al mismo tiempo, la situación más difícil surgió en Jarkov, donde las tropas rusas intentaron atacar absolutamente todas las instalaciones energéticas que abastecen a la ciudad.
A su vez, Ucrania está intensificando sus propios ataques contra objetivos en territorio ruso. Una persona murió el viernes en un ataque con drones contra un edificio residencial en Belgorod, informaron las autoridades locales. A primera hora de la noche se informó de un ataque masivo con drones en la ciudad.
En este contexto, el primer ministro polaco, Donald Tusk, pidió el viernes a los países europeos que aumenten la inversión en defensa y asistencia a Ucrania, enfatizando que “si Ucrania es derrotada por Rusia, nadie en Europa podrá sentirse seguro”.
En un discurso ante los medios europeos, dijo que el continente estaba entrando en una “era de preguerra” y que la guerra había sido una realidad, no una idea abstracta, durante más de dos años.
“No hemos experimentado una situación así desde 1945. Sé que esto suena catastrófico, especialmente para la gente de la generación más joven, pero debemos acostumbrarnos mentalmente al advenimiento de una nueva era: la era anterior a la guerra”, dijo Tusk.
También recordó que advirtió sobre el peligro que representaba Rusia allá por 2009. Según él, entonces la gente atribuía estas palabras a su rusofobia, pero ahora en las capitales europeas la actitud hacia este problema está cambiando.