La decisión teatral del gobernador de Texas Greg Abbott (R) de instituir efectivamente un bloqueo en la frontera entre Estados Unidos y México el mes pasado le ha costado a Texas una expansión ferroviaria planificada a través de esa división, dijo el gobierno mexicano.
Las payasadas fronterizas de Abbott ya le han costado a Texas miles de millones en PIB, según una estimación, y el daño podría continuar durante años. Ahora, el recuento de los daños económicos incluirá el costo de un proyecto de expansión de puertos y ferrocarriles a largo plazo que, en cambio, puede enrutarse a través de Nuevo México.
“Ahora no vamos a usar Texas”, dijo el jueves la secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier, en una conferencia de prensa en la Ciudad de México, informó el Dallas Morning News.
“No podemos dejar todos los huevos en una canasta y ser rehenes de alguien que quiere usar el comercio como una herramienta política”.
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Eso parecía ser una referencia directa a Abbott, quien se postula para la reelección este año y quien el mes pasado ordenó a las autoridades de Texas que hicieran sus propias inspecciones de los envíos transfronterizos desde México, a pesar de que las autoridades federales ya controlan ese tráfico.
Las inspecciones resultaron en demoras a veces de varios días y protestas de los camioneros en México. Abbott finalmente puso fin a las inspecciones, justificando su decisión firmando una serie de acuerdos vagos para aumentar la seguridad con varios gobernadores mexicanos y organizando una sesión de fotos.
Abbott vendió las inspecciones como una medida de seguridad pública, pero también fueron un desafío a la autoridad del gobierno federal, que es responsable de la aplicación de la ley fronteriza y ya realiza inspecciones de envíos comerciales transfronterizos.
En ese momento, el fiscal general de Texas, Ken Paxton (R), se jactó en Fox News de que “el gobernador se dio cuenta de que podemos detener el comercio a lo largo de la frontera, reducirlo, y creará presión sobre México y algunos de sus gobernadores para que resuelvan un acuerdo para ayudarnos con la seguridad fronteriza”.
Aunque el plan de ferrocarriles y puertos está muy lejos de completarse, el anuncio del gobierno mexicano de que cambiará el enfoque a Nuevo México para la expansión es otra lección para Abbott: puso en peligro la relación de Texas con su mayor socio comercial.
Abbott ordenó las inspecciones adicionales en respuesta a la noticia de que la administración de Biden planeaba levantar el Título 42, la autoridad de la era de la pandemia que permite al gobierno de EE. UU. rechazar a los solicitantes de asilo en interés de la salud pública.
Un juez federal detuvo los planes de la administración la semana pasada, pero, en particular, las inspecciones de Abbott no arrojaron ningún contrabando, solo algunas llantas desinfladas y señales de giro rotas.