Ocho alcaldes de Brabante Occidental y Zelanda están seriamente preocupados por el creciente uso de la droga de diseño flakka. Según los alcaldes, el uso ha aumentado en su región en los últimos tres años, al igual que en el resto del país, y esto causa muchos inconvenientes, especialmente en Roosendaal, Bergen op Zoom, Rucphen y Halderberge.
Flakka es una droga sintética que se puede tomar en forma de pastilla o en polvo. Las personas que consumen la droga pueden experimentar alucinaciones prolongadas. Según los alcaldes, la flakka a menudo provoca psicosis, lo que provoca un comportamiento confuso. Por tanto, los usuarios pueden suponer un peligro para ellos mismos y para quienes les rodean. Causan molestias, dicen los administradores. Y esto, a su vez, también le cuesta a la policía “mucho tiempo innecesario”.
Motivo para que los ocho alcaldes dieran la voz de alarma en una carta al Senado. Esa carta es una iniciativa de la alcaldesa Margo Mulder del municipio de Bergen op Zoom. También lo han firmado los alcaldes de Roosendaal, Rucphen, Halderberge, Moerdijk, Steenbergen, Woensdrecht y Tholen en Zelanda.
Los alcaldes quieren que el Senado discuta rápidamente un proyecto de ley para modificar la Ley del Opio. Esto también prohibiría variantes hasta ahora legales de flakka. Según los alcaldes, los servicios de emergencia y la policía también están muy preocupados por el creciente uso y exceso de flakka.
A los autores de las cartas les gustaría poder proteger de sí mismos a los usuarios de esta droga de diseño. Y dicen que ahora no tienen opciones legales para ello. Por eso se solicita la ayuda del Senado.
En particular, los municipios de Roosendaal, Bergen op Zoom, Rucphen y Halderberge sufren mucho por los consumidores de flakka, según muestra la carta. Del 1 de enero al 6 de junio del año pasado, la policía recibió 134 denuncias de molestias causadas por el uso de flakka de esos municipios.