Un país que ha sido criticado por su acercamiento tardío a la invasión de Ucrania ha dado un paso audaz contra Rusia y Putin.
El parlamento alemán votó el jueves a favor de proporcionar armas pesadas a Ucrania, respaldando un cambio en la política que se produjo con la decisión de enviar tanques a Kiev a principios de esta semana.
El Bundestag votó con una amplia mayoría a favor de una moción presentada conjuntamente por los tres partidos de la coalición gobernante, los socialdemócratas (SPD), los Verdes y el liberal FDP, y los conservadores de la oposición.
El documento pide la “aceleración de la entrega de armas efectivas, incluidas las pesadas, y sistemas complejos por parte de Alemania”.
La ministra de Defensa, Christine Lambrecht, había dicho el martes que Alemania enviaría tanques antiaéreos Gepard a Ucrania, en un claro cambio en la política cautelosa de Berlín sobre el respaldo militar a Kiev.
Alemania había enviado anteriormente solo armas defensivas, lo que dejó al canciller Olaf Scholz enfrentando críticas de que no estaba haciendo lo suficiente para apoyar a Ucrania.
La moción aprobada el jueves pide al gobierno que suministre armas pesadas directamente, así como indirectamente reemplazando las existencias enviadas a Ucrania desde los países de Europa del Este.
En un debate antes de la votación, Britta Hasselmann, copresidenta del grupo parlamentario del Partido Verde, dijo que la invasión rusa de Ucrania era una violación “flagrante” del derecho internacional y que Ucrania tenía un “derecho irrestricto a la autodefensa”.
El líder del grupo parlamentario del FDP, Christian Duerr, también dijo que era “correcto” aprobar las entregas directas e indirectas de armas pesadas.
Scholz había justificado previamente su renuencia a enviar armas pesadas a Ucrania diciendo que deseaba evitar una confrontación directa entre la OTAN y Rusia, una potencia nuclear.
Pero el líder del partido opositor CDU, Friedrich Merz, dijo el jueves que no era cautela lo que impulsaba al canciller.
“Es vacilación, titubeo, timidez”, dijo.
El colíder del SPD, Lars Klingbeil, acusó a Merz de intentar utilizar el conflicto para impulsar su posición política. “Aquí no hay lugar para posturas de partidos políticos”, dijo.