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Por qué se requiere una cultura de innovación en una era de transformación digital

by admin
Por qué se requiere una cultura de innovación en una era de transformación digital

Pocos elementos deberían clasificarse más alto en la agenda de C-suite que construir una cultura más innovadora en sus organizaciones. La innovación guía a las empresas en tiempos de incertidumbre y las ayuda a adaptarse a las nuevas condiciones del mercado con la agilidad y la flexibilidad necesarias en el ecosistema empresarial actual.

Los negocios modernos exigen más innovación que nunca. Encuestas recientes de McKinsey indican que las empresas aumentaron drásticamente el ritmo de la transformación digital durante la pandemia. Lo que se consideró “lo mejor en su clase” en 2018 se volvió más lento que el promedio el año pasado, mientras que las empresas con las mejores capacidades tecnológicas, talento, liderazgo y recursos están operando a un ritmo exponencial.

La dependencia de lugares de trabajo híbridos, en el hogar y en la oficina ha abierto una puerta para que las organizaciones reconsideren su infraestructura de TI para encontrar formas de aplicar inteligencia artificial y automatización empresarial, liberando tiempo para que los trabajadores humanos se centren en lo que importa: innovación y excelentes experiencias de los clientes.

Estas son solo algunas de las formas en que las empresas han tenido que adaptarse a tiempos que cambian rápidamente. Los últimos dos años han generado un cambio enorme en la forma en que las personas trabajan, compran y pasan el tiempo libre. Y las empresas están adaptando su tecnología y prácticas para alinearse con este cambio. A pesar de que algunas empresas han agregado más soluciones de comercio electrónico y trabajo híbrido a su pila de tecnología, han introducido dispositivos IoT y plataformas informáticas Edge para generar aún más datos que nunca, datos que se pueden analizar para crear aún más valor para partes interesadas.

Las empresas que han navegado con éxito las transformaciones digitales tienen una cosa en común: una cultura de innovación.

Las guerras territoriales, las restricciones presupuestarias, la falta de visión y el apoyo ejecutivo inadecuado pueden sofocar el cambio cultural. Los obstáculos a la innovación cultural son numerosos, y existe una gran diferencia entre las empresas que quieren construir culturas innovadoras y las que lo hacen.

¿Cómo pueden las organizaciones construir una cultura innovadora?

Anime a los empleados a probar cosas nuevas. Celébralos ya sea que tengan éxito o fracasen rápidamente. Al permitir que los empleados experimenten con ideas, dejando en claro que está bien fallar al principio, alentamos a los empleados a usar esas fallas como oportunidades de aprendizaje. No conozco mejor manera de ayudar a los empleados a encontrar significado y valor en su trabajo que empoderarlos para resolver problemas.

Las organizaciones pueden poner en práctica esta mentalidad mediante la implementación de programas de intraemprendimiento dedicados que animen a todos los empleados a aportar ideas sin miedo. Al crear un programa donde los empleados pueden enviar ideas innovadoras (para productos o incluso conceptos fuera del negocio típico de la empresa) para su revisión en cualquier momento, todos pueden sentirse bienvenidos a dar forma a la próxima generación de tecnología empresarial de vanguardia. Dentro de mi propio equipo, hemos puesto en práctica estas ideas. Los nuevos empleados pasan alrededor del 75 % de su tiempo trabajando en un nuevo producto o en un proyecto que construye la marca. El otro tiempo se puede dedicar a aprender nuevas tecnologías o explorar problemas comerciales que la tecnología disruptiva puede resolver. Para ciertos roles de alta demanda, como científicos de datos o ingenieros, estamos contratando el 150 % de nuestra capacidad para asegurarnos de que todos tengan tiempo para concentrarse en la innovación.

También tenemos un portal disponible en todo momento para que los empleados entren con sus ideas, lo que ha marcado la diferencia. Las campañas periódicas y los maratones de ideas animan a aquellos que podrían no estar dispuestos a usar el portal por su cuenta. Estos pasos han demostrado ser beneficiosos para la generación de ideas y la moral de los empleados.

Pero, ¿cómo sabrán las organizaciones cuándo han construido una cultura de innovación? Esto me lleva al siguiente punto: la medición. Pero no de la forma en que tradicionalmente medimos el éxito: las organizaciones deberán repensar la medición en relación con su enfoque de innovación.

Medir el éxito

Si el objetivo es construir una cultura de innovación para fomentar la transformación digital, las organizaciones deben medir dos cosas. El primero es el concepto bastante blando de cultura. El segundo es la propia innovación digital.

Por el lado de la cultura, las métricas de cultura tradicionales rastrean cosas como la rotación o el sentimiento de los empleados a través de encuestas o análisis de redes sociales, pero también hay métricas cualitativas. Por el lado de la innovación, las empresas a menudo confían en la encuesta “Cociente de innovación”, que mide la innovación en seis dimensiones. Estas evaluaciones son a menudo cualitativas y destacan el grado en que medir variables blandas es extremadamente difícil. También hay un pequeño puñado de métricas cuantitativas de innovación, como la conversión de I+D en productos y el grado en que los nuevos productos contribuyen a los ingresos.

Pero la innovación y la cultura se retroalimentan. Si les da a los empleados la capacidad de aprovechar su propia creatividad, verá aumentos masivos en la satisfacción laboral. Como resultado, el panorama empresarial puede volverse más compasivo, colaborativo y centrado en el valor colectivo entre la innovación humana y los procesos automatizados.

El último testamento para construir una cultura innovadora es adaptar o incorporar ideas de programas que fallan primero en ofertas de productos nuevos o revisados. Las buenas ideas pueden provenir de cualquier lugar y, a menudo, surgen de un proyecto anterior que nunca despegó del todo. Una señal reveladora de éxito es cuando estas ideas y programas comienzan a dar frutos a través de la colaboración y la creación de ideas de personas que ayudan a dar forma al futuro.

El resultado final: la innovación comienza cuando libera la creatividad y la pasión de su gente, brindándoles las herramientas para navegar por el cambio, aprovechar el análisis y ayudar a generar agilidad en el negocio. Construir una cultura innovadora significa que la innovación nunca termina, y así es como debería ser.

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