El Reino Unido está exagerando su acuerdo de libre comercio alcanzado con Australia a raíz del Brexit, concluyeron los parlamentarios británicos en un informe publicado el miércoles.
El Comité de Comercio Internacional de varios partidos advirtió al gobierno del primer ministro Boris Johnson “contra la exageración de los beneficios de los acuerdos comerciales” en general después de analizar el acuerdo con Australia finalizado en diciembre de 2021.
Sus hallazgos se producen cuando la secretaria de Comercio Internacional, Anne-Marie Trevelyan, se enfrentó el miércoles a las preguntas del comité sobre el acuerdo alcanzado con la ex colonia británica.
“El gobierno debe sincerarse con el público: este acuerdo comercial no tendrá los efectos transformadores que los ministros quisieran reclamar”, dijo el presidente del comité, Angus Brendan MacNeil, en un comunicado.
El acuerdo fue el primero de libre comercio firmado desde la salida formal de Gran Bretaña de la Unión Europea a principios de 2021.
Gran Bretaña ha dicho que se espera que el acuerdo desbloquee el comercio bilateral anual por valor de 10.400 millones de euros (12.400 millones de dólares estadounidenses).
“Como el primer acuerdo comercial completamente nuevo desde el Brexit, este acuerdo sienta un precedente para el futuro”, agregó MacNeil, diputado del Partido Nacional Escocés que busca la independencia de Escocia del Reino Unido.
“Es vital que el gobierno aprenda de esta experiencia y negocie más la próxima vez para maximizar las ganancias y minimizar las pérdidas para todos los sectores económicos y partes del Reino Unido”.
El acuerdo con Australia se considera una fruta al alcance de la mano en medio de negociaciones de libre comercio más difíciles con Estados Unidos.
Con respecto al acuerdo de Australia, el comité señaló que “eliminar casi todos los aranceles sobre las importaciones agrícolas es un cambio significativo y, potencialmente, sienta un precedente importante para los acuerdos con las principales naciones exportadoras de alimentos”.
Pero agregó que era poco probable que las reducciones arancelarias sobre bienes, incluidos los vinos australianos, marcaran una diferencia notable en las cajas de los supermercados.
Los parlamentarios también expresaron su “decepción porque no se requerirá que los alimentos australianos libres de aranceles cumplan con los estándares básicos de producción de alimentos del Reino Unido, por ejemplo, con respecto al uso de pesticidas”.
Pero dieron la bienvenida a la evaluación, aunque limitada, del impacto ambiental del acuerdo y la “inclusión de disposiciones sobre trabajo forzoso, esclavitud moderna y trata de personas”.
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