Ha sido un año difícil, por decir lo menos, para la industria aeroespacial. Para el fabricante de motores Rolls-Royce, la crisis de Covid ha significado una caída drástica en la producción, muchos menos ingresos por mantenimiento y miles de recortes de empleos.
Pero ahora, al menos, tiene algo que celebrar. Está inaugurando el banco de pruebas de motores más grande del mundo en su ciudad natal de Derby, fruto de una inversión de 90 millones de libras, que asegura salvaguardará la producción de motores de clase mundial y promoverá la aviación sostenible en el Reino Unido durante las próximas décadas. Theo Leggett ha estado echando un vistazo.
Palabras: Theo Leggett; Vídeo: Peter Page