RIAD—La Casa Blanca intercambió reproches con Arabia Saudita el jueves después de que la administración Biden amenazara con tomar represalias por el importante recorte de producción de petróleo de la semana pasada por parte de la OPEP liderada por Arabia Saudita y sus aliados liderados por Rusia, profundizando la disputa de Washington con un importante socio de Medio Oriente.
En un comunicado durante la noche, Arabia Saudita rechazó las acusaciones de Estados Unidos de que se había puesto del lado de Rusia en la guerra de Ucrania y reiteró que la decisión de recortar la producción tomada por el grupo de 23 miembros conocido colectivamente como OPEP+ estuvo motivada puramente por consideraciones económicas.