El Papa Francisco, de 87 años, canceló en el último momento su participación en el vía crucis celebrado en el Coliseo de Roma este viernes (29), en un contexto de creciente preocupación por su delicado estado de salud.
“Para preservar su salud, en preparación a la vigilia de mañana y a la Misa del Domingo de Pascua, el Papa Francisco realizará el vía crucis en el Coliseo de la residencia de Santa Marta”, anunció el Vaticano en un comunicado.
Tras el anuncio, justo antes del inicio de la ceremonia, los organizadores retiraron la silla del Papa situada en una colina frente al monumento romano.
El pontífice también había cancelado su participación en la ceremonia de 2023 por motivos de salud. En ese momento, sin embargo, se había anunciado con antelación su ausencia porque se recuperaba de una hospitalización por bronquitis.
El tradicional Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo es una de las ceremonias más importantes del calendario de la Iglesia Católica. El evento reúne a miles de fieles de varios países, muchos de ellos portando velas, que se reúnen en silencio para presenciar el evento.
El Papa Francisco fue operado del abdomen el pasado mes de junio y, en diciembre, tuvo que cancelar su viaje a Dubái para la COP28, la conferencia climática de la ONU, por problemas respiratorios. Siendo joven, todavía en Buenos Aires, a Francisco le extirparon parte de un pulmón.