Después de la noticia de que UC Berkeley había cedido a las demandas de los alborotadores, se informó que el área se estaba transformando en una “zona autónoma” con equipos por valor de millones de dólares para “destruir”.
Se vio “F*ck PIGS” garabateado en graffiti en una máquina.
Según NBC News, el vicecanciller adjunto de UC Berkeley, Dan Mogulof, explicó que la decisión de detener el proyecto se tomó “debido a la destrucción de los materiales de construcción, la actividad de protesta ilegal y la violencia por parte de algunos manifestantes”.
Agregó que “el campus, en los próximos días, evaluará la situación para determinar la mejor manera de proceder con la construcción de este proyecto de vivienda para estudiantes que se necesita con urgencia”.