La otra propuesta, del grupo de defensa de los accionistas As You Sow en nombre de Handlery Hotels, pide a Berkshire que detalle sus esfuerzos de diversidad e inclusión, argumentando que las fuerzas laborales más diversas se desempeñan mejor.
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Berkshire no discute la importancia de ninguno de los dos temas. En su declaración de poder a los accionistas, que recomienda votar en contra de las propuestas, la compañía dice que está de acuerdo en la importancia tanto del cambio climático como de una fuerza laboral diversa e inclusiva.
El argumento en contra de esas propuestas está ligado a lo que la empresa llama su modelo de negocio “inusualmente descentralizado”. Aunque sus diversas subsidiarias emplean a unas 360.000 personas en todo el mundo, Berkshire emplea solo unas dos docenas en su base en Omaha, Nebraska, con recursos relativamente escasos para revisar los esfuerzos de todas las empresas de su cartera. Pedir datos de diversidad estandarizados para todas sus subsidiarias, por ejemplo, sería “irrazonable”, dijo.
“Creo que para una empresa de este tamaño, es una pregunta extraordinaria”, dijo Cunningham.
Además, Buffett ha jugado durante mucho tiempo con la independencia de los directores ejecutivos de sus subsidiarias, dándoles un amplio margen siempre que sus empresas se desempeñen bien. “No creo en imponer mis opiniones políticas sobre las actividades de nuestros negocios”, dijo en la reunión anual de 2018 de Berkshire.
Para Berkshire, entonces, la responsabilidad de la acción sobre el clima y la diversidad recae en gran parte en sus empresas operativas. Berkshire Hathaway Energy “decidió independientemente” respaldar el acuerdo climático de París y ha invertido mucho en energía renovable, señaló la declaración de poder.
El destino de las propuestas de los accionistas no está en duda. Buffett controla alrededor de un tercio del poder de voto de Berkshire y tiene una enorme influencia sobre el ejército de devotos inversores minoristas de la empresa. Los esfuerzos anteriores para forzar cambios en la gobernanza de Berkshire no tienen un gran historial: una propuesta de 2014 para alentar a la compañía a pagar un dividendo, a la que se opuso la administración, obtuvo el apoyo de menos del 3 por ciento de los accionistas.
Pero incluso si las propuestas fracasan el sábado, es posible que Berkshire aún deba cambiar. La Comisión de Bolsa y Valores está sopesando medidas para exigir a las empresas que proporcionen más información sobre cuestiones de ESG, en particular el clima, y las denomina información financiera potencialmente material.