Joe Biden tiene previsto anunciar el lunes un impuesto destinado a los multimillonarios estadounidenses como parte de sus planes presupuestarios para 2023, una medida que probablemente complacerá a muchos progresistas de su partido, pero que podría enfrentar la oposición de los demócratas conservadores que ya han obstaculizado su agenda interna.
The Washington Post, citando cinco fuentes y un documento interno de la administración, dijo que el plan del “impuesto mínimo sobre la renta de los multimillonarios” establecería una tasa impositiva mínima del 20 % para todos los hogares estadounidenses que valgan más de 100 millones de dólares.
Eso significaría que la mayoría de los nuevos ingresos provendrían de los multimillonarios, que son un objetivo frecuente de la ira pública y política por los esquemas de evasión de impuestos. El periódico dijo que sería “un impuesto sobre los 700 estadounidenses más ricos por primera vez”.
El Post dijo que la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca y el consejo de asesores económicos estimaron que unas 400 familias estadounidenses multimillonarias pagaron una tasa impositiva federal promedio de casi el 8% de sus ingresos entre 2010 y 2018, mucho más baja que millones de estadounidenses que son mucho menos ricos.
El periódico citó el documento de la administración que decía: “El impuesto mínimo sobre la renta de los multimillonarios garantizará que los estadounidenses más ricos paguen una tasa impositiva de al menos el 20 % sobre sus ingresos totales… Este impuesto mínimo garantizaría que los estadounidenses más ricos ya no paguen una tasa impositiva más baja que la de los maestros y los bomberos”.
Biden ha sorprendido a muchos progresistas de su partido al perseguir una ambiciosa agenda nacional a la izquierda de su campaña para la nominación presidencial del partido. Sin embargo, la oposición de los centristas clave, en particular el senador de Virginia Occidental Joe Manchin y la senadora de Arizona Kyrsten Sinema, en gran medida han puesto fin a esos planes, ya que no lograron obtener suficiente apoyo en el Senado muy dividido.
Aunque Biden está buscando formas de motivar a los activistas de su partido y atraer a los votantes, antes de las pérdidas ampliamente esperadas en las elecciones de mitad de período de noviembre, hay pocas señales de que los centristas del partido ahora apoyen una agenda más progresista.