El veredicto está en: la pandemia de COVID-19 sigue siendo una emergencia de salud global, concluyó la Organización Mundial de la Salud. Pero puede que no sea por mucho más tiempo.
La decisión de la OMS, exactamente tres años después de que el COVID-19 fuera declarado por primera vez una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés), se produce después de una reunión del comité de emergencia del COVID-19 el 27 de enero. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, estuvo de acuerdo con el consejo del comité de que existe un riesgo continuo planteado por COVID-19.
La noticia llega cuando los países deliberan cada vez más sobre cómo avanzar desde la fase aguda de la pandemia, con EE. UU. analizando los refuerzos anuales de COVID-19, por ejemplo. Sin embargo, el comité encontró que, a nivel mundial, todavía hay una gran cantidad de muertes por COVID-19 en comparación con otras enfermedades respiratorias infecciosas; la aceptación de la vacuna aún es insuficiente en los países de ingresos bajos y medianos y existe incertidumbre sobre las variantes emergentes.
Pero la realidad es que la pandemia ya no representa la misma amenaza que cuando se propagó como un reguero de pólvora por todo el mundo en 2020. El comité lo reconoció y dijo que la crisis “puede estar acercándose a un punto de inflexión”.
En cuanto a cómo exactamente el mundo hará la transición de un PHEIC a la endemicidad, todavía está en debate, y el comité reconoce que es poco probable que el virus pueda eliminarse de los reservorios humanos y animales. El comité recomendó que se desarrolle una propuesta para un mecanismo alternativo que mantendría el enfoque internacional en COVID-19, incluso después de que la crisis ya no se clasifique como PHEIC.
Por ahora, Tedros ha pedido a los países que continúen trabajando en varias áreas, incluido mantener su enfoque en la vacunación de grupos de alta prioridad, mejorar el informe de datos de vigilancia de COVID-19 y aumentar la aceptación de tratamientos y pruebas de COVID.
“El anuncio de hoy es un reconocimiento de que la amenaza global que representa el COVID-19 no ha terminado”, dijo Seth Berkley, director ejecutivo de Gavi, la Alianza de Vacunas. “Si bien el mundo ha logrado un progreso notable en los últimos dos años, implementando el lanzamiento mundial de vacunas más grande y rápido de la historia, no podemos permitirnos ser complacientes”.