Los acuerdos de libre comercio son acuerdos legales que la Organización Mundial del Comercio define como que cubren “prácticamente todo el comercio” entre países, incluida una amplia gama de bienes y, por lo general, servicios. Suelen tardar años en negociarse y, en Estados Unidos, requieren la aprobación del Congreso.
Scott Lincicome, director de economía general del Instituto Cato, dijo que la autoridad de la administración Biden para lograr tales pactos comerciales era cuestionable, pero que era poco probable que alguien intentara impugnarlos legalmente.
“Todos en la sala saben que esto no es kosher, pero en realidad no hay nada que nadie pueda hacer al respecto”, dijo Lincicome.
El apetito político por lograr nuevos acuerdos de libre comercio ha disminuido en los Estados Unidos en los últimos años, en parte debido a la percepción de que tales pactos han ayudado a las corporaciones multinacionales a trasladar fábricas y empleos al extranjero.
Los esfuerzos para lograr acuerdos comerciales expansivos con Europa y un grupo de países asiáticos durante la administración de Obama fracasaron, en parte debido a esa oposición política. Durante la administración Trump, Estados Unidos firmó una serie de acuerdos comerciales limitados con Corea del Sur, Japón y China que se llevaron a cabo a través de órdenes ejecutivas, no con la aprobación del Congreso.
Edward Alden, miembro principal del Consejo de Relaciones Exteriores, dijo que el acuerdo limitado apaciguaría a los europeos y que las relaciones económicas entre EE. UU. y la UE eran demasiado importantes “para no permitir que los europeos estén bajo la carpa de una forma u otra”. Pero podría aumentar las quejas de otros socios comerciales, como Corea del Sur, que sienten que no se han atendido sus preocupaciones, dijo.
Corea del Sur ya tiene un acuerdo de libre comercio integral con Estados Unidos, pero tiene otras críticas a la ley climática, centradas en cómo los términos actuales excluyen a los vehículos eléctricos fabricados por Hyundai de recibir créditos fiscales. “Una vez que haces adaptaciones para uno, crece la presión para hacer adaptaciones para otros”, dijo.