Los investigadores calculan que con la aplicación generalizada de IA, la utilización de redes neuronales para inyectar malware podría convertirse en una nueva forma de ejecutar campañas maliciosas.
Investigadores de la Universidad de Cornell han demostrado que el malware puede inyectarse y ocultarse en modelos de redes neuronales y distribuirse de forma encubierta evadiendo los mecanismos de detección.
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La red neuronal es la base de la inteligencia artificial (IA). Realiza tareas similares a cómo funciona el cerebro humano y está diseñado para simular la forma en que el cerebro humano analiza y procesa la información.
El equipo de investigación dice que incrustar malware en una red neuronal tiene un impacto mínimo o nulo en el rendimiento de la red.
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Pueden pasar el escaneo de seguridad antivirus ya que la estructura de estos modelos de redes neuronales permanece sin cambios incluso después de que se les inyecta el malware, dijeron los investigadores.
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Han demostrado a través de experimentos que se pueden incrustar 36,9 MB de malware en un modelo AlexNet de 178 MB con una pérdida de precisión inferior al 1% y sin que los motores antivirus levanten sospechas.
Los investigadores calculan que con la aplicación generalizada de IA, la utilización de redes neuronales para inyectar malware podría convertirse en una nueva forma de ejecutar campañas maliciosas.