En Nápoles aplauden a Scurati que lee el monólogo: “Ahora tengo miedo, tengo una diana en la cara” – Noticias

Una ovación recibe a Antonio Scurati en Nápoles, en la Repubblica delle Idee, la primera salida pública del escritor después de la interrupción de su monólogo por parte de la RAI el 25 de abril. ‘Populismo y fascismo. “Mussolini hoy” es el título del encuentro, en el Patio de Honor del Palacio Real, con el director de la Repubblica Maurizio Molinari y Raffaella Scuderi, y el autor de M. Il Figlio del Secolo lo abre precisamente leyendo ese texto, en el que desde entonces se ha vuelto viral. “Viva la Italia antifascista”, comenta el escritor, entre aplausos del público. Luego confiesa: “Es duro, agotador, doloroso”, “de repente, convertido en escritor, me encuentro en el centro de una feroz y despiadada controversia político-ideológica compuesta de ataques personales denigrantes que me pintan como un especulador, casi como un extorsionador”. Y de nuevo: “Pensé que Rai también era mío, al fin y al cabo es de todos, pertenece al Estado italiano, pero al final me dijeron ‘no entrarás’, como un invitado no deseado. La sensación de La democracia se ha perdido en este país”.

Después de responder ayer al primer ministro, que había compartido el texto del monólogo en Facebook citando el supuesto honorario de 1.800 euros solicitado por el escritor, Scurati vuelve a señalar con el dedo a Giorgia Meloni y su decisión de no definirse como antifascista: “Veamos de dónde viene, de la militancia juvenil en el movimiento social italiano fundado por Almirante y Romualdi, los sirvientes de los torturadores, los masacradores, los fusiladores alemanes”. Y añade: “Ellos son los que no quieren decir esa palabrita y los que no quieren disipar las sombras y cortar ese vínculo. Las sombras caminan con ellos”. Por este motivo, en su opinión, el espectro del fascismo todavía ronda: “Es incorrecto y engañoso esperar a la camisa negra. Hay otras formas de violencia, no física, sino verbal, intimidatoria, nuevas formas de agresión contra la democracia”. que tienen raíces lejanas”. Y por tanto “no esperen el regreso de los escuadrones fascistas”: “ellos no marchan sobre Roma, llegan a Roma ganando elecciones libres y democráticas”.

Vaqueros, camiseta y chaqueta oscura, el escritor también confiesa tener miedo: “Cuando un dirigente político con tal carisma, como sin duda lo es el Primer Ministro Meloni, que tiene muchos seguidores, entre cuyos seguidores en algún lugar allá abajo, se ve incluso el historia política de la que proviene, seguramente hay alguien que no es ajeno a la violencia”, “cuando el líder señala con el dedo al enemigo y los periódicos, o más bien los ‘periodistas de escuadrón’ que apoyan al gobierno, te ponen al frente páginas, con el título debajo ‘El hombre de M’, dibujan un objetivo alrededor de tu cara. Entonces tal vez haya alguien que esté apuntando a ese objetivo. Mientras tanto, la polémica sobre el asunto continúa. El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, habla de una “tormenta en un vaso de agua”: “Nunca me he permitido llamar a nadie, ni en la Rai ni en ningún otro lugar, para decirle que no deje hablar a nadie. Para mí esto no existe. Pero no Pero ni siquiera hay que explotarlo todo”, advierte.

“La Constitución es estructuralmente antifascista y juramos por ella, pero la violencia perpetrada por quienes se declaran antifascistas no nos pertenece”, subraya el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida. “El 25 de abril es un hecho objetivo”, repite, luego recuerda a Sergio Ramelli, golpeado por antifascistas, y añade: “La palabra antifascista, lamentablemente, ha provocado muertes durante muchos años”.

Palabras a las que Riccardo Magi responde desde Più Europa, evocando “el innoble victimismo de la derecha que quiere negar el valor de la Resistencia citando hechos igualmente innobles ocurridos en una temporada que esperamos haber dejado atrás para siempre”. “No pueden condenar el fascismo porque su existencia, su vida y su carrera política se remontan a veinte años”, comenta Angelo Bonelli (Avs). El presidente del M5, Giuseppe Conte, está del lado de Scurati: “Se habló de censura, el director de la Rai intentó negarlo. Los motivos de la cancelación fueron editoriales”. La historia también rebota en dirección al Partido Demócrata, en Roma, con aplausos para el escritor. “No aceptaremos ningún intento de reescribir nuestra historia común, de celebrar el significado del 25 de abril, que tiene sus raíces en los valores de Matteotti. Me gustaría terminar diciendo larga vida a la Italia antifascista”, subraya Elly Schlein. Y mientras Bonelli pide la “dimisión inmediata” del director de Rai Insight, Paolo Corsini, Matteo Renzi comenta: “Esta Rai no es la Rai fascista, es una Rai que toma y da la mediocridad. No sé si el fascismo es sobre nosotros, la mediocridad ya ha entrado.”

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