La masacre de Moscú desencadena una batalla por la culpa – POLITICO

De hecho, el ataque de Moscú recuerda al ataque del Estado Islámico en 2015 en el teatro Bataclan de París, una matanza que dejó 90 muertos. El tiroteo del viernes también guardaba similitudes con el 2002 Asedio al teatro Nord Ost, cuando un grupo de hombres y mujeres armados chechenos ocuparon un teatro abarrotado en el este de Moscú y exigieron el fin de la Segunda Guerra Chechena. Un rescate fallido por parte de las fuerzas especiales rusas, utilizando un gas somnífero mortal, dejó más rehenes muertos que los asesinados por los pistoleros islamistas.

Muchos miembros del grupo separatista islamista checheno detrás del ataque al teatro seguirían adelante y se alistarían en el grupo terrorista Estado Islámico, también conocido como ISIS, en Siria. Los chechenos comenzaron a llegar a Siria a partir de 2011. Constituían el segundo contingente más grande de combatientes extranjeros del Estado Islámico y su número también era desproporcionadamente alto en la facción de Al Qaeda en Siria. Curtido en batalla y experimentado, varios chechenos ascendieron hasta convertirse en comandantes del Estado Islámicoincluidos Umar Shishani y Salahuddin Shishani, según un estudio de Neil Hauer para el Atlantic Council.

Los servicios de seguridad rusos estimaron que entre 1.700 y 3.000 chechenos, junto con otros militantes del norte del Cáucaso, fueron a Siria a luchar. Los rebeldes moderados de Siria siempre sospecharon que las agencias de inteligencia rusas estaban dispuestas a alentarlos a ir, facilitándoles llegar allí dándoles pasaportes, tanto para deshacerse de ellos como para perturbar y dividir a los grupos rebeldes que luchan contra el presidente sirio, aliado de Rusia, Bashar al. -Assad.

Los rebeldes anti-Assad también acusaron al gobierno sirio de colaborar con el Estado Islámico para debilitarlos y cuando tenía fines militares tácticos. En 2015 y 2016, el Estado Islámico pareció a menudo aprovechar la intervención de Rusia, impulsando ofensivas contra facciones rebeldes moderadas que eran blanco de ataques aéreos rusos.

Especulación de Palmira

Los rebeldes argumentaron que Damasco y Moscú jugaron un doble juego complejo, utilizando a los yihadistas para actuar como quintacolumnistas, planeando sabotear efectivamente la revolución contra Assad y presentarla como extremista. En mayo de 2015, la facilidad con la que el Estado Islámico pudo apoderarse de la antigua ciudad de Palmira llevó a algunos observadores militares a especular que Assad y Rusia abandonaron deliberadamente el sitio (con sus ruinas únicas y artefactos y tesoros antiguos irremplazables) para ganarse la simpatía occidental. .

Los rebeldes moderados dijeron que la colaboración era clara en ocasiones entre Rusia y el régimen de Assad y el Estado Islámico. Un líder se quejó a este corresponsal en 2015 de que “cuando ISIS intenta asaltar nuestras posiciones, el régimen de Assad y los rusos los respaldan con ataques aéreos y bombardeos”. Pero ese matrimonio de conveniencia no ha ayudado a Rusia posteriormente con los islamistas radicales de Chechenia y el Cáucaso Norte, que todavía representan una amenaza para Rusia.