Un brote de Omicron en una fiesta navideña noruega está proporcionando un punto de datos temprano, aunque todavía anecdótico, sobre la facilidad con la que la nueva variante se propaga entre las personas vacunadas y cuán leves pueden ser sus síntomas en ocasiones.
Antes de que Scatec AS A, una compañía de energía renovable con sede en Noruega, organizara la fiesta anual, tomó todas las precauciones de seguridad importantes, dijo Stian Tvede Karlsen, portavoz de la compañía. Solo se invitó a los empleados vacunados. Todos tuvieron que hacer una prueba rápida el día anterior. La fiesta, en Louise, un exclusivo restaurante de Oslo que sirve mariscos y comida escandinava, incluyó a unas 120 personas, varias de las cuales acababan de regresar de Sudáfrica, donde la compañía tiene un proyecto de paneles solares.
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