Mattarella agradece a jóvenes y otros héroes – Política

Los jóvenes que han salido a la calle desde el primer día para limpiar el lodo, pero también otros personajes que han hecho algo grande y muy concreto para oponerse a la destrucción del agua y ayudar a otras personas, desde el hombre que salvó a una familia a bordo de un canoa, al anciano que consintió en la demolición de su casa para restaurar un terraplén, a los granjeros que permitieron que el agua inundara su tierra, para salvar la ciudad de Rávena.
Durante su visita a Romagna, el presidente Mattarella se reunió con ellos y les agradeció, acogiendo sus relatos y llevándoles la gratitud del Estado. Empezando por los voluntarios que le regalaron una chaqueta naranja en la plaza de Forlì: “No tengo palabras para agradecerte. Lo que has hecho es de una importancia extraordinaria, es un ejemplo de solidaridad y compromiso común y generosa disponibilidad”, dijo el Jefe de Estado. Quien en Cesena recibió de regalo un chaleco, esta vez en amarillo fosforescente y con la inscripción ‘tin bota’, el aliento en dialecto romañol que se convirtió en el eslogan de la resistencia tras la inundación.
“Su presencia nos anima”, dijeron los operadores del centro ‘Don Milani’ que coordina la ayuda desde el primer día y donde hoy resonó el himno de Mameli, pero solo después de ‘Romagna Mia’, la banda sonora de la jornada en tierras te inundas
También en Cesena, acompañada por el alcalde Enzo Lattuca, Mattarella se reunió con Alessandro Muratori, quien con su canoa salvó a una familia en una casa llena de agua: “Gracias por su compromiso, por lo que hizo, y también por la inventiva… “, le dijo el presidente. “Volverás como antes, tus productos son indispensables”, fueron en cambio sus palabras a un representante de Coldiretti que le entregó algunos productos de la campiña de Rávena. En Rávena también conoció a uno de los gerentes de las cooperativas agrícolas que, al permitir que se inundaran sus tierras, ayudó a evitar que la inundación fuera aún mayor y amenazara el centro histórico.
Pero tras las fotos con muchos jóvenes del barro, uno de los testimonios más fuertes es el de un anciano, al que Mattarella pudo conocer en Lugo. Giuseppe Parmiani, “un hombre extraordinario de 93 años”, lo definió el alcalde Davide Ranalli: “Su casa, irreparablemente dañada por el caudal del río Santerno, fue demolida debido a una ordenanza que firmé, necesaria para la restauración. obras del terraplén”. Giuseppe, prosiguió Ranalli, “le dijo al presidente que, si su casa ya no está, está vivo porque lo sacaron los desalojos que ordenamos. Es uno de los símbolos, con nuestro Teatro Rossini, de esta inundación”.

Reproducción reservada © Copyright ANSA