Este invierno ha sido grande en cuanto a avistamientos de búhos nivales a lo largo y ancho de la costa este, pero es más raro ver uno en el centro de Washington, dijo Scott Weidensaul, escritor e investigador que ayudó a fundar Project SNOWstorm, un grupo que rastrea los movimientos anuales de los búhos nivales.
Los observadores de aves habían estado informando sobre avistamientos de búhos nevados en varios lugares de Washington desde mediados de diciembre, dijo. Es posible que la lechuza haya estado en el área antes de ser vista cerca del Capitolio o que haya más de una flotando.
La llegada de la lechuza coincide con un ciclo cuatrienal en el que las oleadas del roedor lemming parecido a un ratón, un pilar de la dieta del ave, proporcionan los ingredientes para un verano de amor entre lechuzas en el Ártico.
“Había montones, montones de búhos nivales anidando. Tuvieron muchos bebés, por lo que se obtiene una gran oleada de aves jóvenes que ingresan a la población”, dijo. “Cuando hay tantas aves jóvenes en la población, tienden a migrar hacia el sur en mayor número, y más al sur de lo que sería el caso”.
El búho de Washington probablemente tiene múltiples áreas donde caza, viajando para encontrar comida nocturna en las noches de un lugar aislado durante el día, que podría estar a varias millas de distancia.