Los ataques de Rusia a la infraestructura civil de Ucrania están obligando a millones de refugiados ucranianos que tenían la intención de regresar a casa a quedarse, prolongando su terrible experiencia y poniendo a prueba la capacidad de Europa para absorber uno de los mayores flujos de inmigrantes en décadas.
Los repetidos ataques de Moscú contra centrales eléctricas y equipos de calefacción han provocado apagones en Ucrania y han privado a millones de personas en todo el país de electricidad, calefacción y agua corriente en medio de temperaturas bajo cero. Mientras lucha por mantener las luces encendidas, Kyiv ahora insta a los refugiados ucranianos a quedarse donde están por ahora.