BEIRUT – Las manifestaciones contra la élite política del Líbano se llevarán a cabo el miércoles mientras los grupos de la sociedad civil exigen rendición de cuentas por la explosión mortal en Beirut hace un año, que culpan a sus líderes.
Una investigación sobre la explosión del puerto el 4 de agosto del año pasado no ha logrado hasta ahora proporcionar respuestas sobre quién fue el responsable de una de las explosiones no nucleares más grandes de la historia. La explosión mató a más de 200 personas, hirió a unas 7.000 y devastó algunas de las zonas residenciales y comerciales más animadas de la capital libanesa.
Las autoridades dicen que la explosión ocurrió cuando un incendio en un almacén encendió un alijo de nitrato de amonio, un material explosivo que había estado almacenado en el sitio durante más de seis años.
Muchos libaneses se preguntan por qué se permitió que un material tan explosivo permaneciera durante tanto tiempo cerca del centro de la ciudad densamente poblada. Quieren saber cómo y por qué se produjo el incendio y la explosión resultante, y que los responsables comparezcan ante la justicia.
Los activistas acusan a la clase dominante de obstruir la investigación, que ha provocado más de dos docenas de arrestos, pero no de ministros o altos funcionarios, muchos de los cuales están protegidos por una inmunidad que el Parlamento se ha negado a levantar.
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