El gobierno dividido ha impedido que Pensilvania actualice sustancialmente sus leyes electorales desde el desastre electoral de 2020, y hará girar la rueda de la ruleta nuevamente en noviembre. Imagínese si el control del Senado se reduce a Juan Fetterman y Mehmet Oz, y se le pidió a un juez que decidiera si contar las boletas por correo sin fecha.
La semana pasada, la Corte Suprema despejó las cubiertas para esa posibilidad. La historia comienza con una elección judicial de Pensilvania de 2021. El republicano David Ritter lideró 71 boletas, pero hubo 257 boletas por correo en las que los votantes no escribieron a mano la fecha. El poder judicial de Pensilvania ha sostenido que la datación es obligatoria porque la ley les dice a los votantes que “llenen, fechen y firmen”.