China lanzó una sonda para extraer suelo de la cara oculta de la Luna

El viernes 3 de mayo, China lanzó con éxito la sonda Chang’e-6, que recogerá muestras de suelo en la cara oculta de la Luna y las devolverá a la Tierra en menos de dos meses.

Según la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), el vehículo de lanzamiento Gran Marcha 5 Y8 con una sonda lunar a bordo fue lanzado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang en la costa de la provincia insular de Hainan, en el sur de China, a las 17:00 h. hora de Beijing (12:27 hora de Moscú).

37 minutos después del lanzamiento, la segunda etapa del cohete se separó, enviando a Chang’e-6 a una órbita de transferencia Tierra-Luna específica con un perigeo de 200 km y un apogeo de aproximadamente 380 mil km. Después de una serie de maniobras, la sonda aterrizará en el cráter de la cuenca Aitken del Polo Sur, en la cara oculta de la Luna, donde deberá recoger 2 kg de muestras de rocas lunares. Según los planes de la CNSA, se asignarán 53 días a la misión.

Para la comunicación entre la sonda y la Tierra se utilizará el satélite de retransmisión Queqiao-2 lanzado anteriormente, que permitirá transmitir datos a las estaciones terrestres y viceversa.

Chang’e 6 consta de un módulo orbital, un módulo de retorno, un módulo de aterrizaje y un módulo de despegue desde la Luna. Según se informa, la sonda lunar está equipada con una cámara de aterrizaje, una cámara panorámica, un instrumento para el análisis espectral de minerales y un instrumento para analizar la estructura del suelo lunar. La extracción de muestras de suelo lunar se realizará mediante una plataforma de perforación y un cubo robótico. La sonda también lleva cargas útiles internacionales, incluido el detector francés DORN para medir la concentración de gas radón y sus productos de desintegración en la superficie del satélite natural, un reflector láser de esquina italiano, el analizador de iones negativos NILS de la Agencia Espacial Europea y el ICUBE- Q pequeño satélite de Pakistán.

Una vez que se complete la recolección, las muestras de suelo lunar, selladas en un contenedor, serán entregadas por el módulo de ascenso a la órbita lunar, donde se acoplará con el orbitador. Después de esto, el vehículo de regreso entregará muestras a la Tierra y aterrizará en el norte de China, en la Región Autónoma de Mongolia Interior.