JARTUM, Sudán (AP) — Las fuerzas armadas de Estados Unidos sacaron por aire a funcionarios de la embajada de Sudán el domingo y los gobiernos internacionales se apresuraron a evacuar a su personal diplomático y ciudadanos atrapados en la capital mientras generales rivales luchaban por el control del tercer país más grande de África por noveno día.
Los enfrentamientos se desataron en Omdurman, la ciudad al otro lado del Nilo desde la capital de Sudán, Jartum, informaron los residentes. La violencia se produjo a pesar de una tregua declarada que debía coincidir con la festividad musulmana de tres días de Eid al-Fitr.
“No vimos tal tregua”, dijo Amin al-Tayed desde su casa cerca de la sede de la televisión estatal en Omdurman. Dijo que fuertes disparos y estruendosas explosiones sacudieron la ciudad.
Un espeso humo negro llenó el cielo sobre el aeropuerto de Jartum. El grupo paramilitar que lucha contra las fuerzas armadas sudanesas afirmó que los militares lanzaron ataques aéreos en el exclusivo barrio de Kafouri, al norte de Jartum. No hubo comentarios inmediatos del ejército.
El domingo, el país experimentó un “colapso casi total” de la conexión a Internet y las líneas telefónicas en todo el país, según NetBlocks, un servicio de monitoreo de Internet.
“Es posible que la infraestructura haya sido dañada o saboteada”, dijo en una entrevista Alp Toker, director de Netblocks. “Esto tendrá un efecto importante en la capacidad de los residentes para mantenerse seguros y afectará los programas de evacuación en curso”.
Después de una semana de sangrientas batallas que obstaculizaron los esfuerzos de rescate, las fuerzas especiales estadounidenses evacuaron rápidamente 70 empleados de la embajada de EE. UU. de Jartum a un lugar no revelado en Etiopía la madrugada del domingo. Aunque los funcionarios estadounidenses dijeron que era demasiado peligroso llevar a cabo una evacuación de ciudadanos privados coordinada por el gobierno, otros países se apresuraron a evacuar a ciudadanos y diplomáticos.
Francia, Grecia y otras naciones europeas estaban organizando un éxodo masivo el domingo. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, Anne-Claire Legendre, dijo que Francia estaba llevando a cabo la operación con la ayuda de aliados europeos.
El ministro de Relaciones Exteriores griego dijo que el país había enviado aviones y fuerzas especiales a su aliado, Egipto, en preparación para la evacuación de 120 ciudadanos griegos y chipriotas de Jartum. La mayoría de los evacuados se refugiaban en una catedral ortodoxa griega en la capital, dijo Nikos Dendias.
Holanda envió dos aviones Hércules C-130 de la fuerza aérea y un Airbus A330 a Jordania para rescatar a 152 ciudadanos holandeses en Sudán que se dirigían a un punto de evacuación no revelado el domingo. “Simpatizamos profundamente con los holandeses en Sudán”, dijo el ministro de Defensa, Kajsa Ollongren. “La evacuación y el traslado al punto de reunión no están exentos de riesgos”.
Italia envió aviones militares a la nación de Djibouti en el Golfo de Adén para sacar a 140 ciudadanos italianos de Sudán, muchos de los cuales se han refugiado en la embajada, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Antonio Tajani.
Los combates entre las fuerzas armadas sudanesas y el poderoso grupo paramilitar, conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido, han atacado y paralizado el principal aeropuerto internacional del país, reduciendo a ruinas varios aviones civiles y destruyendo al menos una pista. Otros aeropuertos en todo el país también han quedado fuera de servicio.
Los viajes por tierra a través de áreas disputadas por las partes en conflicto han resultado peligrosos. Jartum está a unos 840 kilómetros (520 millas) de Port Sudan en el Mar Rojo.
Pero algunos países han seguido adelante con el viaje. Arabia Saudita dijo el sábado que el reino evacuó con éxito a 157 personas, incluidos 91 ciudadanos sauditas y ciudadanos de otros países. La televisión estatal saudí publicó imágenes de un gran convoy de saudíes y otros ciudadanos extranjeros que viajaban en automóvil y autobús desde Jartum a Puerto Sudán, donde un barco de la armada transportó a los evacuados a través del Mar Rojo hasta el puerto saudita de Jeddah.
La lucha por el poder entre el ejército sudanés, dirigido por el general Abdel-Fattah Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido, dirigidas por el general Mohammed Hamdan Dagalo, ha asestado un duro golpe a las esperanzas embriagadoras de Sudán de una transición democrática. Más de 420 personas, incluidos 264 civiles, han muerto y más de 3.700 han resultado heridas en los combates.
Tanto Burhan como Dagalo, cada uno anhelando la legitimidad internacional, se han acusado mutuamente de obstruir los esfuerzos para evacuar a los funcionarios diplomáticos extranjeros. El ejército sudanés alegó el domingo que las Fuerzas de Apoyo Rápido rivales, o RSF, habían abierto fuego contra un convoy francés durante su evacuación, hiriendo a un ciudadano francés. En respuesta, las RSF afirmaron que fueron atacadas por aviones militares cuando ciudadanos y diplomáticos franceses se dirigían a Omdurman después de evacuar la embajada. Dijo que los ataques militares “pusieron en peligro la vida de los ciudadanos franceses, hiriendo a uno de ellos”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia se negó a comentar sobre los detalles de la operación de rescate o el tiroteo reportado por razones de seguridad, pero dijo que la evacuación continuaba según lo planeado.
A medida que aumenta la violencia, los hospitales dicen que están luchando para sobrellevar la situación. Muchos muertos y heridos han quedado varados por los combates, según el Sindicato de Médicos de Sudán que monitorea las bajas, lo que sugiere que el número de muertos es probablemente más alto de lo que se conoce públicamente.
El conflicto ha dejado a millones de sudaneses varados en sus casas, escondiéndose de explosiones, disparos y saqueos, sin electricidad, alimentos ni agua adecuados.
Miles de sudaneses han huido de los combates en Jartum y otros puntos críticos, según agencias de la ONU. Hasta 20.000 personas han abandonado sus hogares en la región occidental de Darfur por el vecino Chad. La guerra no es nueva en Darfur, donde la violencia por motivos étnicos ha matado a unas 300.000 personas desde 2003. Pero Sudán no está acostumbrado a enfrentamientos tan duros en su capital.
“La capital se ha convertido en una ciudad fantasma”, dijo Atiya Abdalla Atiya, secretario del Sindicato de Médicos.
La lucha también ha atrapado a civiles, incluidos diplomáticos extranjeros, en el fuego cruzado. Los combatientes atacaron un convoy de la embajada estadounidense la semana pasada y asaltaron la casa del embajador de la Unión Europea en Sudán. La violencia reciente hirió a un diplomático egipcio en Sudán, dijo el domingo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto, Ahmed Abu Zaid, sin ofrecer más detalles.
Desde el Vaticano, el Papa Francisco llamó a la oración y ofreció invocaciones por la paz en la vasta nación africana.
“Renuevo mi llamamiento para que la violencia cese lo antes posible y se reanude el camino del diálogo”, dijo Francisco a los reunidos en la Plaza de San Pedro.
La actual explosión de violencia se produjo después de que Burhan y Dagalo se pelearan por un reciente acuerdo negociado internacionalmente con activistas por la democracia que tenía como objetivo incorporar a las RSF en el ejército y, finalmente, conducir a un gobierno civil.
Los generales rivales llegaron al poder tras las tumultuosas secuelas de los levantamientos populares que condujeron a la destitución del antiguo gobernante de Sudán, Omar al-Bashir, en 2019. Dos años más tarde, unieron fuerzas para tomar el poder en un golpe que derrocó a los líderes civiles y abrió un nuevo capítulo problemático en la historia del país.
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Los periodistas de Associated Press Isabel DeBre en Jerusalén, Samy Magdy en El Cairo, Michael Corder en La Haya, Países Bajos, Angela Charlton en París, Frances D’Emilio en Roma y Fay Abuelgasim en Beirut contribuyeron con este reportaje.
2023-04-23 11:27:48
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