tEddy Riner, Clarisse Agbégnénou, David Douillet, Lucie Décosse y tantos otros nombres: desde hace varias décadas, el El judo francés acapara los podios en todas las categorías. Un éxito sobre los tatamis que queda ilustrado por las 24 medallas obtenidas durante las últimas cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos.
Francia suele estar cabeza a cabeza con Japón en el medallero de esta disciplina. Antes de los Juegos Olímpicos París De cara a 2024, los judocas tricolores siguen representando posibilidades concretas de éxito en casa. Una bendición para un deporte que reúne a más de 500.000 practicantes en Francia.
Primeras medallas obtenidas en 1972 en los Juegos Olímpicos
Si el judo nació en Japón, con su introducción en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964, Francia supo importar sus códigos y hacerlos suyos para desarrollar a sus campeones. En RMC Sport, David Douillet había valorado exitosa internacionalización y apropiación por parte de su país. “Otras formas de judo nacieron en todos los continentes, cada una con su propio estilo. De la misma manera supimos buscar novedades y los mejores elementos que se convirtieron en ejecutivos, es decir entrenadores nacionales extranjeros, o que vinieron para prácticas e intercambios. »
Desde la adolescencia, la Federación Francesa de Judo controla activamente los potenciales sobre los tatamis para detectarlos y luego orientarlos. Los torneos cubren todos los grupos de edad de la región y los jóvenes prometedores pueden distinguirse de las competiciones “cadetes”, de entre 14 y 16 años. Paralelamente a su formación, estos judocas en ciernes pueden incorporarse a centros prometedores con la ambición de unirse al centro de Francia y luego al Insep (Instituto Nacional del Deporte, la Experiencia y el Rendimiento), que reúne a los mejores de cada categoría de peso.
Los entrenadores, la clave del éxito según David Douillet
Insep es un activo importante desarrollar el entrenamiento del judo francés, con supervisión de élite. David Douillet quiere destacar la calidad de los educadores de los jóvenes judocas franceses. “Todos eran competidores que participaron en el Campeonato de Europa, el Campeonato del Mundo y los Juegos. Saben de lo que están hablando. No son necesariamente medallistas ni grandes campeones pero todos han competido a un nivel muy alto. Todo el mundo puede transmitir técnica en mayor o menor medida. En balonmano los equipos nunca son 100% jóvenes. Siempre hay ancianos que hacen los mosaicos. Es el mismo principio”, concluye el doble medallista de oro en Atlanta 1996 y Sydney 2000.
LEER TAMBIÉN Estos eventos de los Juegos Olímpicos que podemos ver gratisEl ejemplo de Teddy Riner Ilustra claramente la capacidad de los supervisores de dojo para encontrar las palabras y los métodos adecuados para los aprendices de judoka. Entrenado por Alain Perriot en París, el joven Teddy había recibido valiosos consejos para convertirse en un oponente formidable. “Me ayudó a tomar posesión de mi cuerpo, a estar cómoda, a moverme y a mantenerme fluida. Tiene, entre otras cosas, la brillante idea de aprovechar mis orígenes guadalupeños. “Sabes, el judo es una especie de baile para gente fuerte… ¡Así que muévete, pequeña, baila!” Me da muy buenos consejos pero sobre todo me rodea y sabe hacer que ame el judo. Es un deporte que requiere técnica y disciplina pero que, me repite, te permite divertirte mucho. Y disfruto del placer”, explicó Riner a Eurosport.
Con estas buenas bases, el judo francés espera poder continuar tras la retirada de figuras emblemáticas que son Clarisse Agbégnénou un peluche riner. Este último se había quejado recientemente de que Francia no era un país deportivo, después de haber recibido sólo dos plazas para su familia en los próximos Juegos. Si las autoridades no han estado a la altura en todas las disciplinas, el judo puede confiar en sus logros en Francia y ser optimista de cara al futuro.
2024-05-05 06:30:00
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