ADDIS ABEBA, Etiopía — El Comité Internacional de Rescate dijo el sábado que uno de sus trabajadores murió en un ataque en la asediada región de Tigray en Etiopía.
El trabajador estaba “entregando ayuda humanitaria para salvar vidas a mujeres y niños” en el momento de la explosión en la ciudad de Shire el viernes, dijo el grupo de ayuda en un comunicado. Otro trabajador resultó herido en el ataque, dijo.
“El IRC está desconsolado por la pérdida de nuestro colega y trabajará para apoyar a nuestro personal y sus familias durante este terrible momento. Los trabajadores humanitarios y los civiles nunca deberían ser un objetivo”, dice el comunicado.
Un portavoz del Programa Mundial de Alimentos en Etiopía dijo en un comunicado a Noticias que la agencia de la ONU recibió informes de una explosión cerca de donde el IRC “estaba distribuyendo alimentos enriquecidos nutricionalmente a los beneficiarios del PMA, incluidas madres y niños vulnerables”.
“El PMA condena cualquier ataque deliberado a las actividades humanitarias y pide enérgicamente a todas las partes en conflicto que respeten y protejan las operaciones y el personal de ayuda humanitaria, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”, dice el comunicado.
El trabajador humanitario fue el segundo miembro del personal del Comité Internacional de Rescate en morir en la guerra de Tigray. Un empleado de IRC fue asesinado en el campo de refugiados de Hitsats cerca de Shire en diciembre de 2020.
Ni el IRC ni el PMA confirmaron quién estaba detrás del último ataque. No hubo detalles sobre la nacionalidad de la víctima.
Shire y otras ciudades de Tigray han sido golpeadas varias veces por ataques aéreos desde que se reanudaron las hostilidades a fines de agosto entre las fuerzas de Tigray y el gobierno federal de Etiopía. Los nuevos combates han detenido las entregas de ayuda a Tigray, donde 5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente.
Las fuerzas de Tigray han afirmado que Eritrea ha lanzado una ofensiva a gran escala a través de la frontera norte de Tigray, en apoyo del ejército federal de Etiopía.
Las distribuciones de ayuda se ven obstaculizadas por la falta de combustible y un apagón continuo en las comunicaciones en Tigray. Un equipo de la ONU concluyó que “10 muertes relacionadas con el hambre” ocurrieron en siete sitios para desplazados internos en el noroeste de Tigray entre el 4 y el 14 de septiembre, según un documento interno de una agencia humanitaria compartido con AP.
Millones de personas en el norte de Etiopía, incluidas las regiones vecinas de Amhara y Afar, han sido desarraigadas de sus hogares y se cree que decenas de miles de personas han muerto desde que estalló el conflicto en noviembre de 2020.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, “está gravemente preocupado por la escalada de los combates en Tigray”, dijo el portavoz Stephane Dujarric en un comunicado el sábado. “Él pide un cese inmediato de las hostilidades”.
Se suponía que las conversaciones de paz patrocinadas por la Unión Africana para resolver el conflicto tendrían lugar en Sudáfrica la semana pasada, pero se pospusieron debido a problemas logísticos y técnicos.