En lo profundo del desierto de Arizona, los astronautas están aprendiendo a caminar sobre la luna. Se diseñaron dos operaciones terrestres, JETT3 y D-RATS, para replicar aspectos de futuros alunizajes y ayudar a los ingenieros de la NASA a diseñar la tecnología, los protocolos y las herramientas que permitan a los astronautas hacer ciencia en la superficie lunar.
El equipo de prueba conjunto de EVA, o JETT3, imitó la misión Artemis III planificada para 2025 al polo sur de la luna, donde los astronautas enfrentarán condiciones de iluminación desafiantes. El equipo operó de noche, usando una enorme plataforma de iluminación para emular al sol. Se utilizaron nuevas tecnologías de trajes espaciales y herramientas de muestreo durante los paseos lunares simulados, probando la capacidad de los astronautas para realizar trabajos geológicos en terrenos difíciles.
El programa de Estudios de Tecnología e Investigación del Desierto, o D-RATS, probó la tecnología de rover presurizado que permitirá a los astronautas explorar un área lunar más amplia. En última instancia, esto alimenta el objetivo de la NASA de tener una presencia humana sostenida en la Luna y, algún día, en Marte.
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