Hija de un fabricante de troqueles de GM, la Sra. Barra, de 60 años, creció en Royal Oak, Michigan, y comenzó a trabajar en una planta de GM como pasante a los 18 años mientras estudiaba ingeniería eléctrica en la escuela técnica de la compañía, ahora llamada Universidad de Kettering. A través de una beca de GM, obtuvo una maestría en administración de empresas en Stanford. Desde que ingresó a las filas gerenciales, ha ocupado altos cargos en manufactura global, recursos humanos, desarrollo de productos y gestión de la cadena de suministro.
En enero de 2014, sucedió a Daniel F. Akerson como directora ejecutiva y se convirtió en la primera mujer en dirigir una importante empresa automotriz. La Sra. Barra guió a GM a través de un escándalo derivado de una falla en el interruptor de encendido vinculada a accidentes que resultaron en más de 100 muertes. Luego tomó una serie de decisiones que demostraron que la General Motors que acababa de salir de la bancarrota no era el gigante conservador y pesado que los consumidores e inversores habían conocido durante un siglo.
En un movimiento que alguna vez hubiera sido impensable, decidió retirarse del mercado europeo, una región de lento crecimiento y bajos márgenes donde GM había registrado pérdidas durante dos décadas. GM vendió sus operaciones europeas a la francesa Peugeot SA, ahora parte de Stellantis. Incluida en la venta estaba la división Opel, que había sido propiedad de GM desde 1929.
Deshacerse de negocios que perdían dinero y que habían sido tolerados durante años “ayudó a cambiar toda la mentalidad”, dijo. “Toda la compañía dijo: ‘Bueno, este es un nuevo día’”.
GM, que durante mucho tiempo se enorgullecía de desarrollar su propia tecnología, también adquirió una empresa de puesta en marcha de vehículos automatizados, Cruise Automation. En otro movimiento que rompe precedentes, GM ha traído inversionistas externos, incluidos Honda y T. Rowe Price, para compartir los costos y riesgos de gastar miles de millones de dólares en vehículos autónomos.
En el camino, la Sra. Barra formó una estrecha sociedad con el Sr. Reuss, un contemporáneo que había sido candidato para el puesto más alto en 2014. Él también pasó su carrera en GM y siguió a su propio padre, Lloyd Reuss, un ex presidente de la empresa.