Con las tasas de interés aumentando junto con las preocupaciones sobre una desaceleración económica, ahora es un buen momento para pagar los saldos de las tarjetas de crédito y reforzar los ahorros de emergencia, dicen los expertos financieros.
La Reserva Federal elevó su tasa de interés clave en tres cuartos de punto porcentual agresivos en junio, y se espera que continúe aumentando las tasas hasta que controle la inflación. El objetivo de la Fed es enfriar la economía sin empujarla a una recesión. Ese es un acto de equilibrio difícil, por lo que tiene sentido prepararse en caso de que las cosas salgan mal.
Un buen primer paso es pagar la deuda de la tarjeta de crédito con intereses altos. Las tasas de las tarjetas de crédito están estrechamente vinculadas a los movimientos de la Fed sobre las tasas de interés y, por lo general, son variables. Por lo tanto, es probable que aumenten, lo que significa que pagará más intereses si mantiene saldos en sus tarjetas.
“Es absolutamente el momento adecuado para concentrarse en pagar esos saldos de tarjetas”, dijo Greg McBride, analista financiero jefe de Bankrate. La tasa de interés promedio de las tarjetas de crédito es de alrededor del 16,8 por ciento, pero podría subir al 18 por ciento para fin de año, dijo McBride.
La deuda de las tarjetas de crédito cayó durante el primer año de la pandemia, pero se disparó a medida que los consumidores agotaron los fondos federales de ayuda y afrontaron los crecientes costos de la gasolina, los comestibles y otros artículos esenciales. Los saldos de las tarjetas en los primeros tres meses de este año fueron $ 71 mil millones más altos que el año anterior, un aumento “sustancial”, informó recientemente el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Los clientes de American Consumer Credit Counseling en Auburndale, Massachusetts, una agencia sin fines de lucro que ayuda a las personas a administrar sus deudas, informaron que sus gastos aumentaron significativamente en los últimos meses, dijo la vocera de la agencia, Madison Block.
“Es más difícil ceñirse a un presupuesto”, dijo.
Una economía en desaceleración puede significar que algunas empresas comenzarán a despedir trabajadores. Por lo que aumentar los ahorros para poder cubrir los gastos en caso de pérdida de empleo o reducción de jornada debe ser una prioridad. La idea es reservar cualquier dinero extra, incluso una cantidad modesta, en una cuenta a la que se pueda acceder fácilmente.
“Los ahorros de emergencia son un componente clave de la seguridad financiera general”, dijo Nick Maynard, vicepresidente sénior de Commonwealth, una organización sin fines de lucro enfocada en ayudar a las personas financieramente vulnerables.
Puede ser un desafío pagar la deuda y al mismo tiempo contribuir a un fondo para emergencias. Algunos empleadores ofrecen programas para ayudar a los trabajadores a generar ahorros de emergencia, así que consulte con su oficina de beneficios. Y una variedad de aplicaciones móviles ayudan a automatizar los depósitos, lo que facilita que las personas ahorren a un ritmo apropiado para ellos.
Ahora también es un buen momento para renovar los contactos profesionales y para inscribirse en una capacitación que pueda ayudar a ampliar las habilidades comercializables, en caso de que se quede sin trabajo.
“Este es un buen momento para establecer contactos y pulir ese currículum”, dijo Jen Smith, copresentadora, junto con Jill Sirianni, del podcast de presupuestos “Frugal Friends”.
Aquí hay algunas preguntas y respuestas sobre cómo hacer frente a la incertidumbre económica:
¿Cuál es la mejor manera de reducir la deuda de tarjetas de crédito?
Hay dos enfoques comunes. El primero requiere identificar la tarjeta con la tasa de interés más alta y poner dinero extra para pagar ese saldo primero. (Al mismo tiempo, realice los pagos mínimos en sus otras tarjetas). Cuando esa tarjeta esté pagada, aplique el efectivo adicional a la tarjeta con la siguiente tasa más alta y así sucesivamente.
El segundo enfoque consiste en pagar primero la tarjeta con el saldo más pequeño, para tener una sensación de progreso rápido, mientras se realizan pagos mínimos en las demás. Cuando la primera tarjeta esté pagada, pase al siguiente saldo más bajo.
Si tiene un crédito sólido, considere solicitar una tarjeta con una oferta de transferencia de cero por ciento. Puede mover saldos de alto interés a la nueva cuenta y pagarlos sin incurrir en intereses adicionales. Sin embargo, normalmente pagará una tarifa del 3 al 5 por ciento del saldo que está moviendo, por lo que esta técnica solo tiene sentido si puede pagar el saldo durante el período sin intereses, que a menudo dura 18 meses.
Si necesita más ayuda, los asesores de crédito sin fines de lucro ofrecen planes de manejo de deuda por una tarifa, que se compensa con tasas más bajas negociadas con las compañías de tarjetas. El Departamento de Justicia ofrece una lista de agencias de asesoría crediticia aprobadas en su sitio web.
¿Debo reducir las contribuciones de jubilación para financiar ahorros de emergencia?
Trate de no hacerlo, dijo Michael A. Guillemette, profesor asistente en la Escuela de Planificación Financiera de la Universidad Tecnológica de Texas. Cuando la inflación es alta, “tienes que ahorrar más” para construir un nido de ahorros adecuado, dijo. Contribuir a su 401(k) durante una recesión del mercado puede parecer arriesgado, pero hacerlo significa que comprará más acciones y que se beneficiará cuando las acciones se recuperen. Y siempre lo han hecho, a la larga.
¿Cómo puedo reducir mis gastos?
Apunte primero a los artículos más costosos en su presupuesto en lugar de adornos comparativamente económicos como los cafés con leche, sugieren los amigos frugales. Si alquila, considere un compañero de cuarto para compartir los gastos, o negocie con su arrendador un alquiler con descuento a cambio de manejar algunos trabajos de mantenimiento. Haga un inventario de su despensa antes de comprar comestibles y “utilice más el congelador”, dijo Sirianni. Almacenar porciones adicionales y descongelarlas para una comida rápida puede ayudarlo a evitar la tentación de comida para llevar costosa después de un largo día de trabajo.