Un juez suspendió la > del 31 de diciembre para que los oficiales de policía de Chicago sean vacunados contra el COVID-19.
CHICAGO – Un juez suspendió el lunes la > del 31 de diciembre para que los agentes de policía de Chicago se vacunen contra el COVID-19, pero no interfirió con el requisito de que se les hagan pruebas con regularidad.
Las disputas sobre las vacunas deben manejarse como una queja laboral con un árbitro, dijo el juez del condado de Cook, Raymond Mitchell.
“El efecto de esta orden es enviar a estas partes nuevamente a la mesa de negociaciones y promover la paz laboral al permitirles buscar” remedios bajo la ley de Illinois, dijo Mitchell.
El proceso de quejas podría durar meses, dijo la ciudad la semana pasada.
Los oficiales que no han sido vacunados aún deben someterse a pruebas dos veces por semana según la política de la ciudad. Los oficiales también pueden perder el trabajo y pagar si no revelan su estado de vacunación.
“El principal riesgo para quienes no están vacunados es para ellos mismos y para otros que eligen no vacunarse”, dijo el juez.
La policía se ha quedado a la zaga de otros departamentos de la ciudad en el cumplimiento de los requisitos de vacunas, pero las cifras han ido aumentando lentamente. Los datos de la ciudad publicados el lunes mostraron que aproximadamente el 73% de los empleados del Departamento de Policía de Chicago habían informado su estado de vacunación, y aproximadamente el 80% de esos empleados informaron estar completamente vacunados.
La administración de la alcaldesa Lori Lightfoot anunció la política de vacunas hace semanas, provocando fuertes objeciones de los líderes sindicales de la policía.
El juez señaló que COVID-19 ha matado a muchos oficiales en todo el país.
“A la luz de ese terrible sacrificio, la solicitud de los sindicatos de policías para que se escuchen sus quejas parece una tarea bastante modesta”, dijo Mitchell.
El concejal Anthony Napolitano, un aliado sindical, dijo que llevar la disputa a arbitraje es “mucho más estadounidense”.
“En lugar de obligar a la gente a hacer algo, lo lleva a una conversación y al arbitraje … Esto se ha convertido en una situación de demasiado control”, dijo Napolitano sobre el Ayuntamiento.
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